Resiliencia, ¿Por qué es tan relevante en esta era?
El mundo digital, puede resultar un poco más “salvaje” que el offline, ya que:
1.
Entre pantallas, no se “activan” los filtros que nos frenan de decir y hacer muchas cosas en la interacción cara a cara con otras personas. Se genera un efecto de fantasía que nos hace sentir que lo que ocurre ahí, es “menos cierto” y, por otro lado, no tenemos la referencia del lenguaje no verbal, para saber si lo que comunicamos con nuestras publicaciones, está siendo interpretado correctamente por los demás.
2. Es un mundo con poca supervisión de los adultos. Nos hemos vendido la idea de que los padres somos una generación poco tecnológica y que es un territorio al cual no somos bienvenidos. Si lo hacemos, perderemos la confianza e invadiremos la privacidad de nuestros hijos.
3. Los “golpes digitales” duelen más. Una experiencia negativa en redes sociales, implica que:
> Podrá ser vista y comentada por una audiencia que no podremos controlar.
> Permanece en el tiempo.
Por lo tanto, si sabemos de antemano que nuestros hijos van a enfrentar un ambiente más duro, complejo o difícil, tenemos que dotarlos de recursos para hacerlos más fuertes no más débiles.
2. Es un mundo con poca supervisión de los adultos. Nos hemos vendido la idea de que los padres somos una generación poco tecnológica y que es un territorio al cual no somos bienvenidos. Si lo hacemos, perderemos la confianza e invadiremos la privacidad de nuestros hijos.
3. Los “golpes digitales” duelen más. Una experiencia negativa en redes sociales, implica que:
> Podrá ser vista y comentada por una audiencia que no podremos controlar.
> Permanece en el tiempo.
En lo que a tecnología se refiere, ciertos hábitos de uso podrían afectar el desarrollo de ingredientes claves para resiliencia. Algunos ejemplos:
Paciencia y tolerancia: capacidades que tienen que ver con saber esperar y soportar dificultades.
¿Qué retos imponen las nuevas tecnologías?
> La mayoría de los juegos en tabletas, los niños compiten contra ellos mismos.
> Los juegos son gratis y los padres tendemos a bajarles todos los que quieran. No hay que esperar para ir a una tienda, ahorrar el dinero o una ocasión especial.
> Los tiempos espera en el coche, consultorios, se gastan utilizando dispositivos electrónicos.
> Presión por contestar todos los mensajes para evitar que nadie se sienta ignorado.
¿Qué retos imponen las nuevas tecnologías?
> La mayoría de los juegos en tabletas, los niños compiten contra ellos mismos.
> Los juegos son gratis y los padres tendemos a bajarles todos los que quieran. No hay que esperar para ir a una tienda, ahorrar el dinero o una ocasión especial.
> Los tiempos espera en el coche, consultorios, se gastan utilizando dispositivos electrónicos.
> Presión por contestar todos los mensajes para evitar que nadie se sienta ignorado.
Conocimiento de sí mismo: capacidad de introspección, saber con qué cuentan, en qué son fuertes y en qué son débiles.
¿Qué retos imponen las nuevas tecnologías?
> El conjunto de notificaciones que se reciben a diario desde diferentes plataformas, hacen que nos mantengamos ocupados y distraídos. Los tiempos de reflexión donde se genera información sobre nosotros mismos, se han reducido considerablemente.
Sociabilidad: habilidad de interactuar con otras personas y adaptarse a diferentes situaciones. ¿Qué retos imponen las nuevas tecnologías? > Cuando el tiempo de uso de dispositivos electrónicos no deja espacio para que los niños tengan la experiencia de interactuar con otros, se pierden la oportunidad de desarrollar habilidades sociales.
> Las tabletas se han convertido en “tranquilizadores” y a veces los padres recurrimos a ellas más de lo debido para “lograr” paz y permitirnos disfrutar el momento. No se reconoce el costo que puede tener las posibles incomodidades que nos evitamos.
¿Qué podemos hacer?
1. Establecer tiempos y momentos de desconexión, para toda la familia.
2. Aprovechar los tiempos muertos para platicar, jugar offline, pensar y aburrirse.
3. Garantizar que tengan espacios de interacción con otras personas.
4. Permitir que los niños experimenten pequeñas dosis de dificultades y fracasos, para que vayan desarrollando habilidades de encontrar soluciones.
5. Controlar nuestro impulso de dar dispositivos para mantener a los niños quietos y tranquilos.
1. Establecer tiempos y momentos de desconexión, para toda la familia.
2. Aprovechar los tiempos muertos para platicar, jugar offline, pensar y aburrirse.
3. Garantizar que tengan espacios de interacción con otras personas.
4. Permitir que los niños experimenten pequeñas dosis de dificultades y fracasos, para que vayan desarrollando habilidades de encontrar soluciones.
5. Controlar nuestro impulso de dar dispositivos para mantener a los niños quietos y tranquilos.
Si quieren profundizar sobre el tema de la resiliencia, les recomiendo el libro de Julia Borbolla: “Hijos fuertes”
